¿Qué es Macroeconomía?




La macroeconomía es una rama de la economía que estudia el comportamiento, la estructura y capacidad de grandes agregados a nivel nacional o regional, tales como: el crecimiento económico, tasa de  empleo y desempleo, tasa de interés, inflación, entre otros. La palabra macro proviene del griego makros que significa grande.



La macroeconomía estudia los indicadores agregados como el PIB, las tasas de desempleo, índices de precios y buscan entender y explicar la economía en su conjunto y prever crisis económicas.


De la misma manera, la macroeconomía procura desarrollar modelos que explican la relación entre las distintas variantes de la economía como lo son; el ingreso nacional, la producción, el consumo, desempleo, inflación, ahorro, inversión, comercio internacional y finanzas internacionales.




Antecedentes


Antes de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) el tema de desempleo no provocaba gran importancia, se consideraba como algo voluntario y que su duración sería breve, se atribuía a que los trabajadores que habían perdido su empleo no deseaban laborar en otro lugar y menos aún con salarios bajos. Esta situación era apoyada por los clásicos como Adam Smith y David Ricardo. 

Durante la guerra referida, Estados Unidos tomó fuerza al desbancar a Inglaterra como primera potencia. Sin embargo, es a finales de 1929 cuando Estados Unidos enfrentó una fuerte crisis, llamada la Gran Depresión, misma que se prolongó por 10 años y provocó cambios de suma importancia en la estructura económica mundial. Ocasionó graves problemas de desempleo masivo que tenían precedente, se vino abajo la producción, se desplomaron los precios de los valores bursátiles y dio como resultado el denominado “crack” de 1929 (caída de la bolsa de valores de Nueva York, Wall Street) y un declive del comercio internacional. 
A estos fenómenos de orden macroeconómico se les dio una explicación de manera microeconómica. Ante esta situación los modelos clásicos mostraron su incapacidad para poder entender, explicar y resolver la existencia prolongada de un creciente nivel de desempleo. 
Este panorama va a influir en la teoría de la política económica. Es en 1936 cuando J.M. Keynes con su obra: Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero”, trata de explicar los nuevos fenómenos económicos a los que se enfrentaba el mundo. Keynes niega la validez del laissez-faire, es decir, libre economía y mínima o nula intervención del Estado. Consideró que el desempleo es resultado de una demanda agregada insuficiente. 
Aboga por una política proteccionista y sostiene que es el Estado es el que debe intervenir en la economía y controlar el nivel de producción y empleo. 
Es después de la Segunda Guerra Mundial (1945) cuando surge el término de macroeconomía, periodo en el cual las ideas de Keynes son consideradas por los gobiernos de los diferentes países. Empiezan a ocuparse del gasto presupuestario y de esta manera estimular o frenar la 

actividad económica.

La importancia de la macroeconomía para los países



Una notable importancia de la macroeconomía es su uso en la recopilación de estadísticas sobre el ciclo económico de un país. Esto implica una revisión periódica de la tasa de demanda de bienes y servicios finales. Dicha revisión se produce normalmente con una periodicidad trimestral y es un componente importante del PIB. Esta faceta de la macroeconomía es importante, porque cuando la demanda de bienes y servicios dentro de un aumento del ciclo económico se refleja también en el nivel del PIB,  este último también aumenta como consecuencia de ello.


Los economistas y los gobiernos estudian el crecimiento del PIB con la intención de utilizar esto como una guía para la formulación de las políticas monetarias. La política monetaria puede servir como un medio para reducir el nivel de PIB o como un medio para el comportamiento del consumidor que conducirá a una disminución en el nivel del PIB. Esto es especialmente necesario ya que si el PIB es demasiado bajo o demasiado alto podría tener un efecto negativo en la economía.


Esta importancia de la macroeconomía es significativa porque un PIB que es sustancialmente superior a la normal puede ser un precursor de una depresión en la economía de una nación. Con el fin de evitar tal caso, el gobierno puede aumentar las tasas de interés como una forma de forzar a los consumidores a reducir la tasa de gasto. Cuando los consumidores ahorran más y gastan menos, esto se verá reflejado en un PIB más bajo que ayudará a estabilizar la economía.


Las empresas y organizaciones también estudian diversas tendencias macroeconómicas con el fin de utilizar los resultados del estudio como una guía hacia la formulación de sus políticas empresariales. Por ejemplo, un aumento en el consumo de productos podría ser una indicación de mayor confianza del consumidor, lo que puede influir en la decisión de una compañía para aumentar la producción o reducir la velocidad de producción hasta que las tasas de consumo de logren aumentar.

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